La actriz luce orgullosa su cuerpo de 65 años en una bañera para el nuevo número de New York Magazine
EP.- La actriz concedía una interesante entrevista en la que habla sobre sí misma y sobre la sensualidad femenina.
Cada paso de Mirren es pura seducción, todo lo que dice tiene un tono travieso y se atreve con todo. Así lo demuestra posando desnuda en una bañera antigua y elegante, luciendo ese tatuaje pequeño en su mano derecha, un símbolo americano nativo que, según ella misma dice, es fruto de una noche salvaje en Minesota.
Helen se siente joven: "Sigo siendo la chica buena que quiere convertirse en mala". Lo que está claro es que a la actriz no se le da bien pasar desapercibida, y tampoco quiere. Así se lo contaba a un periodista en 1974: "Todo lo que sea hacer las cosas correctas no es algo que me atraiga mucho. Lo que realmente me divierte es darme a notar".
Entonces la actriz tenía 29 años y estaba creciendo mucho como estrella del Royal Shakespeare Company. Su carrera ha tenido una trayectoria explosiva, siendo una de las pocas mujeres que ha ganado los 4 premios principales dentro del cine comercial en una misma película por The Queen -el Oscar, el BAFTA, el Globo de Oro y el Premio del Sindicato de Actores. También ha sido galardonada en dos ocasiones por el Festival Internacional de Cine de Cannes.
Su último papel hace patente que sigue siendo una mujer de armas tomar, interpretando a una 'madam' en la película Love Ranch, que dirige su marido, Taylor Hackford, cuyo estreno está previsto para el 30 de junio en Estados Unidos.
MUJER DE PRINCIPIOS
A pesar de ser como es, Mirren revelaba en entrevistas anteriores, asegura que sólo aparenta ser rebelde, y que sigue siendo la colegiala católica llamada Ilyena Vasilievna Mironov, que creció en Inglaterra con un padre ruso y madre inglesa: "¡Es cierto!, ¿he crecido fuera de todo eso? -decía riendo- sigo siendo la chica que desea ser mala, pero nunca me convertiré en ello... nunca he sido demasiado remilgada, pero sigo siendo muy temerosa".
La actriz contaba como anécdota que su marido intentó una vez pasar la noche con ella en un hostal, pero las palabras de Helen fueron: "Lee mis labios, no voy a pasar una noche en un burdel".
A pesar de ello, Mirren aprendió pronto a usar su 'sexualidad' como una ventaja, "especialmente cuando eres joven y eres mujer", y ha interpretado papeles muy polémicos como el que hizo en Age of Consent en 1969 o Calígula diez años más tarde.
Así, tal cual es ella, le gusta verse reflejada en otras artistas que han sabido explotar su sensualidad femenirna: "Me encantan las mujeres valientes: Madonna y Scarlet Johansson, muy sexys y magníficas, Miley Cyrus, ¡fantástica! y Lady Gaga, adoro la manera en que lleva el arte a sus actuaciones".
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