La incertidumbre se instaló en la lucrativa industria estadounidense del cine pornográfico tras difundirse la noticia de que un actor es portador del VIH, y ya son cuatro las productoras de California que suspendieron sus rodajes.
Hustler Video y Digital Playground anunciaron el jueves la cancelación de sus filmaciones, un día después de que hicieran lo propio dos gigantes del sector, Vivid Entertainment y Wicked Pictures, compañías con base en el valle de San Fernando, a pocos pasos de los estudios de Hollywood, en la periferia norte de Los Angeles.
La decisión de bajar el telón en los platós estuvo motivada por el resultado seropositivo que dio un control hecho en la Adult Industry Medical Healthcare Foundation (AIM), una clínica de salud dedicada a la atención médica de la industria del cine porno.
"Hemos interrumpido todas las producciones hasta que podamos establecer quiénes pudieron estar en contacto con este actor", dijo Samantha Lewis, presidenta de Digital Playground, a la AFP. "Probablemente se nos sumen en esto varias compañías más", agregó.
Según Lewis, el paciente con VIH es hombre, nunca trabajó en producciones de Digital Playground, y quizás se contagió fuera de los platós, donde los controles médicos se realizan de forma regular.
"Dicen que (la infección) fue en cicunstancias completamente ajenas a la industria. Ojalá eso se confirme, y que no tengamos nada de qué preocuparnos", añadió.
El caso es el primero detectado en más de un año en el lucrativo negocio de las películas de sexo explícito, pero reactivó las voces de asociaciones que reclaman controles más rigurosos sobre el uso de preservativos en los sets de filmación.
"¿Cuánta gente más deberá contagiarse el VIH para que el Condado de Los Ángeles reaccione y haga su trabajo y proteja la salud de los actores y la salud pública?", deploró Michael Weinstein, presidente de la AIDS Healthcare Foundation (fundación de atención médica del sida).
De su lado, la clínica AIM indicó que hará todo lo que esté a su alcance para acelerar los controles sanitarios a actores que estuvieron en contacto con el actor infectado.
"Por el momento es imposible saber si el paciente se contagió el VIH en su vida privada o grabando", señaló el centro médico en un comunicado.
"La industria reaccionó de forma prudente y con responsabilidad, como siempre lo hace, suspendiendo las grabaciones de personas que estuvieron en contacto con el enfermo", enfatizó. "Cuando se hayan completado los análisis de todos ellos, en diez días o dos semanas, podremos establecer el alcance del contagio", agregó AIM en su nota.
Lewis afirmó que la industria del cine pornográfico es muy segura, pero reconoció que no se puede obligar a los actores a usar preservativos.
"Muchos actores prefieren prescindir de los condones por comodidad. Más allá de sus motivos, es muy difícil obligarlos a hacerlo", explicó.
En 2004, la detección de muchos casos seropositivos entre quienes trabajaban en producciones de pornografía llevó a las autoridades de Salud de California a proponer medidas de control sanitario en el sector, incluido el uso forzoso de preservativo durante las filmaciones.
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